viernes, 14 de mayo de 2010

LA IGLESIA DE PONTEVEDRA PATOTEA A LOS INDEFENSOS

Un nuevo escándalo involucra al cura Miguel Velo y a la diócesis Merlo-Moreno: intentaron "desalojar" con la fuerza pública y sin intervención de la justicia, a los caseros de una propiedad que habitan el lugar hace 15 años.



Un lamentable episodio involucra a la Iglesia Católica de Pontevedra, dependiente del obispado de Merlo-Moreno, con el cura Miguel Velo como protagonista de un confuso hecho, que entristece a la grey católica de la región por las connotaciones policiales, jurídicas, y fundamentalmente reñidas con la fé y la misión indelegable de los sacordotes de acercarse y asistir a los pobres y necesitados. En el caso, María Elena Sarrail y Miguel Angel Rebottaro, los caseros de un campo de Pontevedra que habitan el lugar desde 1994 cuando fueron contratados por la familia Padua, propietaria de los terrenos, y que posteriormente fueran donados por la familia a la ex-Cooperadora del Hospital Materno Infantil de la ciudad, fueron llevados en un patrullero policial a la Comisaría de Pontevedra, con el argumento de "averiguar circunstancias personales de estas personas".



La acción de la fuerza del orden fue a consecuencia de una denuncia del cura Miguel Velo al comprobar la presencia de "intrusos" en la propiedad, que resultaron ser ni más ni menos que quienes habitan el campo desde hace 15 años. Este operativo, llevado a cabo con la obvia complicidad del jefe policial de la seccional, no amedrentó a los caseros, quienes elevaron la denuncia a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la Nación, reunida en Cáritas-Merlo la semana pasada. La señora María Elena Sarraill, manifestó que nunca recibió notificación judicial alguna, al tiempo que aseguró que el padre Velo le había expresado "que el campo había pasado a manos del obispado", y que los caseros debían realizar el cambio de titularidad del medidor de luz "a nombre de ellos", sin expresar de parte del representante de la Iglesia ninguna alternativa habitacional para el futuro de los caseros.